Despues de tomarnos la ultima foto, esta gran familia de viajeros se separó con diferentes rumbos. "El Pibe" De Rosa partió en direccion sur hacia Medellin con destino Ushuaia, Ivan se fue hacia el este, por la costa atlantica, a cubrir los Carnavales de Barranquilla junto a Rodrigo(quien promete ampliar esta entrada con fotos y relatos de los mismos). "El Aluvion", por otra parte, se fue al puerto de Cartagena a esperar en su contenedor la oportunidad de pasear por carreteras centroamericanas.
*El contenedor hacia Cuidad de Panama y todos los gastos de aduana fueron pagados por el Sr. Helvio Jarazo, un argentino que dirige una empresa en el caribe que tuvo el corazón de darnos este gran empujón.
*Mientras esperabamos nuestro turno y el rutinario operativo antinarcoticos nos dimos el lujo de aceptar unas copitas de varios vinos chilenos con los muchachos del ejercito.
Raul, "el Taza" y yo (Gervasio) nos fuimos hacia el oeste, a tratar de bordear la Selva del Darien para llegar a Panama de una forma más economica. De Cartagena nos tomamos una combi que nos llevó a Turbo, la ultima cuidad de Antioquia a la que se puede acceder por via terrestre.
Al dia siguiente nos subimos a una lancha rapida con dirección a Capurgana, una playa paradisiaca a la que solo se llega de esta manera. El timonel parecia la encarnación colombiana de Daniel Scioli en su mejor epoca de "Off Shore". Nuestras nalgas se elevaban entre 20 y 30 cm y no alcanzaban las manos para agarrarse cada vez que el audaz conductor desafiaba olas de 2 metros con su bolido bimotor.
Despúes de 3 horas de golpes en los riñones y manos coloradas arribamos a Capurgana.
Esta playa fue nuestra despedida de Colombia, hicimos aduana y ya más tranquilos disfrutamos de las ultimas arepas de huevo y un buen baño en el caribe.
Minutos más tarde nos subimos a otra lanchita, pero bastante mas tranquila, que nos llevó hasta Puerto Obaldia, la primer cuidad panameña en nuestro viaje. Habiamos bordeado todo el Tapón del Darien pero faltaba el utimo paso para llegar a la cuidad de Panama, tomar una avioneta que nos lleve para la costa pacifica hacia la capital del pais.
La primera impresion de la gente panameña no fue la mejor. Puerto Obaldia es un pequeño pueblo aislado de todo por el mar y la selva, y parece que no les agrada mucho el turismo que entra por esta via hacia Panama.
Cuando nos bajamos de la lancha, el ejercito nos escoltó hacia el puesto policial donde tuvimos que mostrar algo de efectivo y discutir para que nos dejaran entrar, porque parece que quien no posee U$S 500 en su bolsillo no puede visitar Panama. De ahi nos dirigimos a la oficina de migraciones en donde nos atendió un señor que nos pedia el boleto o pasaje hacia otro pais, es decir, acreditar que ibamos a salir del pais en algun momento, el problema fue explicarle que veniamos en auto y que no lo necesitabamos. Casi no hace volver a Colombia, no nos dejaba hablar hasta que Angel sacó la Revista Shock y le mostró nuestra foto, recien entonces nos dejó seguir pero sin firmarnos el pasaporte. Parecia que disfrutaban viendo como sufriamos.
Mas tarde fuimos a sacar el pasaje en avioneta a Cuidad de Panama pero la vendedora nos dijo que no habia cupo, que hasta dentro de tres dias no podiamos viajar. Angustiados nos sentamos en la vereda, Angel predió un cigarrillo y yo me saqué la remera para secarla al sol y enseguida salió un señora muy enoja diciendo que no se podia fumar y no se podia estar sin la camiseta puesta....No entendiamos el porque de la mala onda.
Al otro dia llegó la avioneta y como era de espear, los asientos sobraban y pudimos llegar a la capital panameña.
En la Miami centroamericana, como les gusta llamarla a su cuidad, el clima mejoró mucho. Llegamos sin un peso, solo con camisetas de nuestro viaje asi que salimos a vender y la gente con mucha amabilidad colaboró muchisimo.
Nos han tratado super bien. Conocimos a Danixa, una amiga de Luchi y "El Pibe" que nos ayudoa buscar y a producir mas camisetas, e incluso nos llevó a comer unas pizzas que tanto extrañabamos y nos dio un tour por toda la cuidad para familiarizarnos.
